En noviembre de 2020, un evento detonó una de las mayores caídas empresariales de la década: el gobierno chino decidió cancelar el IPO de Ant Group, filial financiera de Alibaba.
El anuncio llegó tras un discurso público de Jack Ma, en el que criticó abiertamente a los reguladores y al sistema bancario tradicional de China, acusándolos de ser un obstáculo para la innovación. Este gesto fue interpretado como una amenaza al equilibrio de poder del Partido Comunista.
La suspensión del IPO, que habría recaudado más de 35,000 millones de dólares, fue un mensaje contundente: ninguna compañía, por exitosa que sea, está por encima del Estado. Esta decisión no solo paralizó el crecimiento de Ant Group, sino que marcó el inicio del declive de Alibaba, que pasó de estar valuada en 800,000 millones de dólares a apenas 180,000 en pocos años.
El origen humilde de un visionario
Jack Ma no encaja en el molde del emprendedor prodigio. Nació en Hangzhou en 1964, en una época en la que la ciudad apenas figuraba en el mapa económico de China.
Desde joven mostró una inclinación autodidacta: aprendía inglés por su cuenta acercándose a turistas en un hotel local, ofreciendo visitas guiadas a cambio de conversaciones. Su apodo “Jack” fue producto de uno de estos encuentros.
Su historia académica estuvo marcada por rechazos: fue rechazado 10 veces por Harvard, fracasó en múltiples exámenes y fue el único rechazado entre 24 aspirantes a un puesto en KFC.
Sin embargo, todos estos fracasos forjaron un carácter inquebrantable. Su vida personal, marcada por la persistencia y la creatividad, se vería reflejada más adelante en su estilo de liderazgo carismático y poco convencional.
La primera chispa digital
Su primer acercamiento a Internet fue casi accidental. En 1995, durante un viaje a Estados Unidos, le solicitaron verificar la legitimidad de una empresa extranjera contratada por su ciudad natal. Al llegar, descubrió que era una fachada.
Durante esa estadía, experimentó por primera vez la potencia de la red digital y notó una carencia evidente: no había información online sobre China. Esta observación se convirtió en su primer proyecto digital: China Pages, una plataforma para que empresas chinas tuvieran presencia en la red.
Aunque el proyecto fracasó por la falta de conocimiento tecnológico y la escasa adopción de Internet en China, sembró la semilla de una idea mucho mayor.
Alibaba y el contexto propicio para un imperio
En 1999, Jack Ma reunió a 17 socios en su apartamento para fundar Alibaba. La idea era ambiciosa: construir una plataforma digital que conectara pequeñas empresas chinas con el mundo.
El contexto era ideal: China estaba inmersa en una etapa de desregulación tecnológica, donde el gobierno permitía un crecimiento sin precedentes del sector digital con tal de acelerar el desarrollo económico.
Alibaba supo detectar las ineficiencias logísticas de un país geográficamente complejo y la ausencia de infraestructura digital. Inspirado en Amazon, pero con una visión local, Ma apostó por un modelo B2B que atendiera al ecosistema productivo nacional desde sus bases.
El crecimiento fue rápido, pero no sin resistencia: los primeros vendedores desconfiaban y, en muchos casos, los equipos de Alibaba debían enfrentar incluso ataques de perros cuando visitaban negocios rurales.
La construcción de un ecosistema propio
Alibaba no solo construyó un marketplace. Desde sus inicios, desarrolló un ecosistema digital completo. En 2003 nació Taobao como competencia directa de eBay, ofreciendo una plataforma amigable para vendedores informales.
En 2004 llegó Alipay, un sistema de pagos seguro que solucionaba uno de los mayores problemas del comercio online: la confianza. Esta herramienta fue fundamental para el crecimiento del ecosistema ya que se convirtió en una fintech completa, ofreciendo créditos, seguros e inversiones.
Su modelo financiero transfería el riesgo a bancos aliados, permitiéndole operar sin las limitaciones regulatorias de una institución financiera tradicional. Este diseño audaz colocó a Ant Group como uno de los motores más innovadores del ecosistema Alibaba.
El dominio absoluto del mercado chino
Para 2005, Alibaba ya dominaba el 60% del comercio electrónico en China, una cifra asombrosa para una empresa tan joven.
Ese mismo año, Yahoo adquirió el 40% de la compañía por aproximadamente 1,000 millones de dólares, en lo que sería una de las inversiones más lucrativas de su historia. Alibaba pronto recuperaría ese porcentaje, pagando 7 veces más en 2012.
Su crecimiento no se detuvo: lanzó Alibaba Cloud, una infraestructura propia de almacenamiento en la nube, y Aliexpress, que permitía a consumidores internacionales comprar directamente a fabricantes chinos.
En 2012, Alibaba superaba en volumen de ventas a Amazon y eBay combinados. En 2014, protagonizó el IPO más grande del mundo, con una recaudación de 21,000 millones de dólares. La compañía se había convertido en un titán digital con presencia global.
La guerra con el gobierno
El enfrentamiento entre Jack Ma y el gobierno chino fue una colisión de visiones. Ma defendía un capitalismo pragmático, orientado a la eficiencia y la innovación. El gobierno, por su parte, veía con recelo el crecimiento descontrolado de empresas que escapaban al control estatal.
Su discurso en 2020, en el que calificó a los bancos chinos como instituciones obsoletas que funcionaban como casas de empeño, fue la gota que derramó el vaso. Tres días después fue convocado a una reunión a puerta cerrada y el IPO de Ant Group fue cancelado.
Se impusieron nuevas regulaciones que exigían que al menos el 30% del capital de los préstamos proviniera de Ant, destruyendo su ventaja estructural. Jack Ma se retiró de la vida pública y cedió el control de su participación. La empresa fue multada y se iniciaron investigaciones por prácticas monopólicas.
Un gigante en declive
Tras el golpe regulatorio, Alibaba enfrentó un escenario cada vez más competitivo. Compañías como JD.com, ByteDance (dueño de TikTok) y PDD Holdings (propietaria de Temu) irrumpieron con propuestas frescas y más cercanas al nuevo consumidor chino.
Alibaba, en cambio, tomó decisiones que alejaron su foco del núcleo digital: abrió tiendas físicas y descuidó su negocio en la nube. Temu, con su estrategia de precios ultra bajos, redefinió el concepto de valor percibido.
Alibaba no supo responder a tiempo y su market share se erosionó rápidamente. En cuatro años, la empresa perdió el 75% de su valor bursátil, un colapso sin precedentes en el sector tecnológico chino.
Una nueva esperanza
A finales de 2023, Alibaba implementó un cambio estratégico crucial: designó una nueva dirección compuesta por dos ejecutivos con experiencia operativa y visión global.
Esta dupla inició una reestructuración profunda, enfocándose en: recortar negocios no esenciales, recuperar la competitividad de Alibaba Cloud y apostar por la inteligencia artificial a través de inversiones en startups especializadas.
Se plantearon competir en precio con los nuevos jugadores, sacrificando rentabilidad en el corto plazo para ganar escala. Jack Ma reapareció fugazmente en 2024, lo que elevó temporalmente las acciones. Aunque ya no tiene participación significativa, su figura sigue siendo un símbolo poderoso del espíritu emprendedor de Alibaba.
La historia de Alibaba es un testimonio del potencial transformador del emprendimiento digital en entornos emergentes, pero también una advertencia sobre los límites que impone el poder político.
Jack Ma representó la posibilidad de un capitalismo chino moderno, pero fue contenido por un Estado que no tolera autonomías excesivas. Hoy, Alibaba es una compañía que busca reinventarse, enfrentando retos tanto internos como externos.
Su futuro dependerá de su capacidad para adaptarse a un mercado cambiante, sin repetir los errores del pasado, y de su habilidad para coexistir con un aparato estatal que ha dejado claro que, en China, el último poder siempre será el del Partido.

10 consejos de negocio extraídos del caso de Alibaba
- Construye resiliencia ante el fracaso
La historia de Jack Ma demuestra que los rechazos, fracasos académicos y laborales no definen el destino de un emprendedor. La persistencia, incluso frente a múltiples rechazos, puede convertirse en el cimiento del éxito empresarial. - Detecta oportunidades donde otros no ven nada
Jack Ma identificó una ausencia crítica de información digital sobre empresas chinas en los años 90. Su capacidad para observar lo que el resto del mercado ignoraba fue clave para iniciar su camino como emprendedor tecnológico. - Adapta tu modelo al contexto local
Alibaba creció entendiendo profundamente las particularidades del mercado chino: desde las distancias geográficas hasta la desconfianza del consumidor y la falta de infraestructura logística. Esta adaptación le dio ventaja frente a competidores extranjeros. - Integra el ecosistema desde el inicio
En lugar de depender de terceros, Alibaba desarrolló su propia infraestructura de pagos (Alipay), nube (Alibaba Cloud) y marketplace. Esta integración vertical permitió mayor control, escalabilidad y resiliencia. - Crea soluciones que generen confianza
Alipay nació para resolver un problema clave en el comercio electrónico: la desconfianza entre comprador y vendedor. Diseñar servicios que eliminen fricciones y generen seguridad puede marcar la diferencia entre el éxito y el estancamiento. - Escala sin perder de vista el foco estratégico
Alibaba perdió competitividad cuando se expandió hacia negocios físicos y dispersó su atención. Una expansión mal dirigida puede debilitar el núcleo de una empresa, especialmente en mercados con alta competencia. - Anticipa la regulación antes de que te alcance
El crecimiento de Ant Group en una “zona gris” regulatoria fue extraordinario, pero no sostenible. Las empresas deben prever que, tarde o temprano, el entorno legal alcanzará los vacíos iniciales, y deben estar preparadas para adaptarse. - Evita desafiar públicamente a quienes tienen el poder
La caída de Jack Ma inició tras un discurso desafiante contra el sistema bancario chino. En entornos autoritarios o altamente regulados, la prudencia política es clave para la supervivencia corporativa. - Reconocer cuándo ceder el control es la mejor estrategia
Jack Ma supo retirarse estratégicamente del liderazgo de Ant Group para no entorpecer sus posibilidades de futuro. Saber cuándo hacerse a un lado puede ser tan importante como saber liderar. - Reinventa el negocio con base en un diagnóstico honesto
La nueva administración de Alibaba identificó con claridad los errores pasados: precios no competitivos, pérdida de foco y lentitud ante nuevos modelos como el de Temu. Reconocer fallos sin maquillarlos es el primer paso hacia una reestructuración exitosa.