El colapso de Temu ante la guerra arancelaria

Temu irrumpió en la vida de millones con una promesa imposible de ignorar: precios tan bajos que parecían salidos de un error de sistema. Ya fuera mediante anuncios agresivos o deslizándose silenciosamente en TikTok como si fuera parte del contenido, la aplicación sedujo a usuarios por todo el mundo. Con ropa, muebles, gadgets y hasta maquillaje a precios que desafiaban la lógica, Temu parecía un milagro digital.

Lo que pocos sabían era que detrás de esos precios existía una fórmula concreta: una laguna legal en el sistema de aranceles de Estados Unidos y un modelo de negocio basado en el control total de la logística. Durante meses, la estrategia funcionó como un engranaje bien afinado, hasta que la política comercial del gobierno estadounidense cambió el juego de forma drástica.

El origen humilde de un genio discreto

Temu es propiedad de PDD Holdings, la empresa detrás de Pinduoduo, una de las plataformas de comercio electrónico más populares en China. Su fundador, Colin Huang, nació en 1980 en una familia trabajadora de la ciudad de Hangzhou, lejos del brillo tecnológico que hoy caracteriza a esa región. Desde joven mostró una notable capacidad en matemáticas y ciencia, lo que lo llevó a estudiar ciencias computacionales en China y luego una maestría en la Universidad de Wisconsin-Madison.

Huang trabajó como ingeniero en Google, participando en proyectos como el desarrollo de algoritmos de búsqueda. Pero su espíritu emprendedor lo llevó de regreso a China, donde fundó su primera startup de videojuegos. Esa experiencia sembró la semilla que más tarde definiría a Temu: la gamificación y el comportamiento del usuario como motores del consumo.

El enfoque rural que cambió el comercio electrónico

En 2015, Huang fundó Pinduoduo con un enfoque inusual: conquistar el mercado rural de China, desatendido por gigantes como Alibaba y JD.com. Su estrategia combinó compras colectivas y dinámicas de juego para incentivar el consumo en zonas donde la logística y el acceso digital eran aún limitados.

El éxito fue explosivo. En solo tres años, Pinduoduo ya cotizaba en el Nasdaq y contaba con más usuarios activos mensuales que Alibaba. Ese mismo modelo se exportaría, con ciertas adaptaciones, a Estados Unidos en 2022 bajo el nombre Temu, una abreviación de “Team Up, Price Down”.

Un crecimiento sin precedentes

La entrada de Temu al mercado estadounidense fue tan vertiginosa como inesperada. En su primer año completo (2023), la aplicación generó 9,000 millones de dólares en ventas y alcanzó los 100 millones de usuarios en Estados Unidos. Superó a Target en visitas únicas y no estuvo lejos de Walmart.

¿Cómo lo lograron? La respuesta se resume en cuatro pilares: inversión masiva en publicidad, uso avanzado de datos, presencia viral en TikTok y, sobre todo, un modelo de negocio habilitado por la regla “De Minimis” y el sistema “Fully Managed”.

El motor invisible de Temu: publicidad, datos y viralidad

Temu invirtió cantidades colosales en publicidad. Solo en 2023, se convirtió en uno de los anunciantes más grandes del planeta, con campañas en Meta, Google y hasta un anuncio durante el Super Bowl. También distribuyó millones en cupones y regalos.

Cada acción del usuario en la app —desde un scroll hasta una compra— alimentaba un sistema de análisis de datos que ajustaba algoritmos de precios y predicción de demanda. Además, TikTok fue un canal clave para catapultar su fama: cientos de microinfluencers publicaban videos de unboxings con frases como “Compré 23 cosas con $30”, lo cual desataba una ola de curiosidad irresistible.

El marco legal que permitió la magia: la regla De Minimis

El corazón del modelo era una política comercial estadounidense poco conocida: la regla De Minimis. Esta permitía que productos importados con un valor inferior a $800 entraran sin pagar impuestos ni aranceles. Así, Temu podía enviar productos desde China directamente al consumidor estadounidense sin enfrentar las barreras que sí afectan al comercio tradicional.

Esta política, diseñada en su origen para facilitar el comercio de pequeños emprendedores, fue explotada masivamente por plataformas como Temu y Shein, que dividían pedidos para cumplir con el umbral. El resultado: millones de productos ingresaban a Estados Unidos sin contribuir al fisco, erosionando la competitividad del comercio local.

El modelo Fully Managed: control absoluto

A diferencia de otros marketplaces, Temu no solo conectaba vendedores con compradores. Su sistema Fully Managed implicaba que la empresa controlaba precios, logística, almacenamiento y distribución. Los vendedores apenas se encargaban de fabricar: Temu hacía todo lo demás.

Este enfoque tenía ventajas estratégicas. Al consolidar envíos de distintos vendedores, abarataban los costos. Pero también implicaba que Temu asumía las pérdidas: en promedio, perdía $6 por pedido en EE.UU. y hasta $18 en otros mercados. Era un modelo insostenible en el largo plazo, sostenido solo por su agresiva inversión inicial y las brechas legales.

El giro político: Estados Unidos cambia las reglas

En abril de 2025, el gobierno estadounidense, bajo presión política y comercial, eliminó la regla De Minimis y elevó los aranceles de productos chinos del 20% al 145%. La medida buscaba frenar la entrada masiva de productos ultra baratos y proteger la manufactura local.

El impacto fue inmediato. Los precios en Temu se duplicaron o triplicaron. Muchos productos dejaron de ser competitivos. El modelo Fully Managed colapsó y Temu comenzó a cerrar tiendas de vendedores y migrar a un sistema Semi-Managed, donde los productos debían estar almacenados previamente en EE.UU. para reducir tiempos y evitar sanciones.

Un colapso repentino en ventas y usuarios

Las consecuencias fueron devastadoras. Las ventas diarias en Estados Unidos cayeron de 80 millones a 40 millones de dólares. Los usuarios activos diarios bajaron de 60 a 40 millones. Solo el 10% del negocio continuó operando bajo el sistema Fully Managed. El inventario se redujo de 4 millones de productos únicos a apenas 150,000.

Temu intentó implementar un modelo alternativo —el Y2 Model— en el que los vendedores asumieran el envío desde China, pero con penalizaciones si el producto no llegaba en menos de nueve días. La mayoría rechazó el riesgo, agravando la fuga de vendedores.

Una pausa temporal y el dilema del futuro

En mayo de 2025, ante el temor de un efecto inflacionario, el gobierno estadounidense anunció una pausa de 90 días a los aranceles, reduciendo temporalmente el porcentaje del 145% al 30%. Sin embargo, la política De Minimis no fue restituida.

Durante esa tregua, Temu reorganizó sus operaciones. Aprovechó para reabastecer bodegas en EE.UU., cambió los envíos por avión a barco, y priorizó productos almacenados localmente. Aun así, la incertidumbre regulatoria impide saber si este esfuerzo dará frutos a largo plazo.

Efectos colaterales en PDD Holdings

El golpe a Temu no se limitó a la app. Su empresa matriz, PDD Holdings, reportó una caída del 47% en utilidades en el primer trimestre de 2025. La acción se desplomó 17% en un solo día. Al mismo tiempo, su otra plataforma, Pinduoduo, enfrenta una crisis de consumo en China que ha intensificado la guerra de precios entre gigantes como Alibaba y JD.com.

La empresa ha optado por seguir gastando en promociones y publicidad para mantener presencia en mercados clave, pero el sacrificio financiero es cada vez más alto.

El caso Temu es una advertencia clara sobre los riesgos de construir un negocio sobre fundamentos frágiles. Su éxito dependía casi por completo de una brecha legal. Cuando esa ventaja desapareció, también lo hizo su propuesta de valor. Los usuarios no se mantenían por lealtad o experiencia, sino por el precio.

A largo plazo, Temu podría reinventarse. Tiene la red de proveedores, el músculo financiero y la inteligencia para encontrar una vía alternativa. Quizá, como anticipan algunos analistas, se convertirá en un referente en la venta de muebles u otros productos con mayores márgenes.

Pero una cosa queda clara: la sostenibilidad no puede depender de una exención fiscal ni de subsidios masivos. Como tantas startups que quemaron capital para conquistar mercados, Temu enfrenta ahora la prueba más difícil: sobrevivir sin las muletas que la impulsaron en su meteórico ascenso.

Chisme Corporativo - Temu

10 consejos de negocio extraídos del caso Temu

1. Aprovechar vacíos legales puede impulsar el crecimiento, pero no garantiza sostenibilidad
Temu escaló rápidamente al aprovechar la regla De Minimis en Estados Unidos, pero su modelo colapsó tan pronto como esa política fue modificada. Basar un negocio en lagunas regulatorias lo vuelve altamente vulnerable ante cambios políticos.

2. El control logístico puede ser una ventaja competitiva decisiva
Al implementar un sistema Fully Managed, Temu dominó toda la cadena de suministro. Esta integración vertical redujo costos, mejoró tiempos de entrega y generó una experiencia uniforme. Sin embargo, requiere gran inversión y exposición al riesgo.

3. La gamificación y la psicología del usuario pueden impulsar la adopción masiva
Desde ruletas hasta compras grupales, Temu integró dinámicas propias de los videojuegos para generar adicción y viralización. Comprender el comportamiento del usuario y ofrecer incentivos lúdicos puede ser un motor clave de crecimiento.

4. No subestimar el poder de TikTok y el contenido generado por usuarios
La viralidad de Temu en redes sociales no fue casualidad: invirtieron en microinfluencers que mostraban compras extremas con presupuestos mínimos. Las plataformas visuales pueden ser más efectivas que la publicidad tradicional si se sabe activar a la comunidad.

5. El precio no lo es todo: una propuesta de valor sólida debe ir más allá del costo
Cuando los precios subieron por los nuevos aranceles, Temu perdió su atractivo. Un negocio que solo se sostiene por ser “más barato” está destinado a fracasar cuando cambian las condiciones del mercado.

6. Diversificar mercados no siempre compensa la pérdida de un país clave
Aunque Temu redirigió productos hacia Europa, Latinoamérica y Asia, el impacto fue limitado. Perder un mercado dominante como Estados Unidos puede ser irremplazable a corto plazo, incluso para empresas con presencia global.

7. Apostar por volumen sacrificando márgenes requiere respaldo financiero sólido
Temu operaba con pérdidas de hasta $18 por pedido para adquirir usuarios y ganar cuota de mercado. Esta estrategia solo es viable cuando existe capital suficiente para sostener el crecimiento antes de buscar rentabilidad.

8. Migrar modelos operativos toma tiempo y no todos los socios estarán dispuestos a adaptarse
El paso de Fully Managed a Semi-Managed dejó fuera a miles de vendedores que no estaban preparados para gestionar inventarios en el extranjero. Cambiar de estrategia exige preparación, comunicación clara y soporte a los aliados del ecosistema.

9. La dependencia de una única política, proveedor o país es una debilidad estructural
PDD Holdings sufrió un doble golpe: el problema arancelario en EE.UU. y la crisis de consumo en China. Contar con una sola fuente de ingresos o apalancarse demasiado en una política específica deja al negocio expuesto a crisis externas.

10. Crecer rápido sin construir una base sólida es una receta para el colapso
El modelo de Temu priorizó la expansión a toda costa, sacrificando rentabilidad y sin cimentar una propuesta diferenciadora más allá del precio. Un crecimiento explosivo, sin fundamentos sostenibles, puede ser más un espejismo que una victoria duradera.