En el pasado, pedir un taxi no era tan fácil como lo es hoy en día. No se podía confiar totalmente en el servicio. Era común que los usuarios no supieran cuánto les costaría el viaje, si el coche estaba limpio, si el conductor era educado o incluso si el auto iba a llegar por ellos.
No había forma de seguir la ubicación del taxi en tiempo real ni de saber con exactitud si iba en camino o no. Los pasajeros se sentían inseguros, especialmente durante la noche, y no había una aplicación donde pudieran calificar o quejarse si la experiencia era mala.
Para los conductores, la situación tampoco era buena. Debían pagar mucho dinero por obtener una placa para operar, algo que no siempre se recuperaba con las ganancias diarias. Además, el sistema estaba lleno de corrupción: muchos permisos eran otorgados a través de contactos o favores y no por méritos reales.
Todo esto hacía que tanto usuarios como conductores buscaran una alternativa más moderna, segura, eficiente y justa. El momento era ideal para que surgiera una solución innovadora que usara la tecnología para cambiar las reglas del juego.
Nace la idea de Uber
En 2009, Travis Kalanick y Garrett Camp estaban en París y no lograban conseguir un taxi. Hacía frío, estaba nevando y la experiencia fue tan frustrante que se imaginaron cómo sería pedir un auto con solo tocar un botón en el celular. Inspirados en esta idea, decidieron crear una aplicación que conectara a conductores con personas que necesitaban moverse por la ciudad y así nació Uber.
La empresa se fundó oficialmente en 2010 en San Francisco. Consiguieron el apoyo de inversionistas y comenzaron ofreciendo un servicio de autos de lujo. Al principio, Uber solo estaba disponible para unos cuantos, pero pronto se hizo más accesible y comenzó a expandirse rápidamente a otras ciudades y países.
Travis se convirtió en la persona que lideró esa expansión acelerada, usando estrategias muy fuertes para crecer en todos los mercados posibles.
¿Quién era Travis Kalanick?
Travis ya tenía experiencia en el mundo de las empresas tecnológicas. Antes de Uber, había fundado una empresa llamada Scour, que fue demandada por compartir archivos sin permiso. Luego, creó otra llamada Red Swoosh, que vendió más tarde, aunque también tuvo problemas por no pagar impuestos.
Estos antecedentes mostraban que Travis no tenía miedo de tomar decisiones arriesgadas, incluso si eso significaba romper algunas reglas.
Era una persona muy ambiciosa, convencida de que debía ganar sin importar qué. Pensaba que las reglas a veces solo servían para frenar a los innovadores. Este pensamiento lo llevó a dirigir Uber con una energía imparable, pero también causó muchos conflictos dentro y fuera de la empresa.
Él creía que mientras la empresa creciera, todo estaba justificado, aunque eso significara tener problemas con la ley o con sus propios empleados.
Cómo Uber creció tan rápido
Desde su inicio, Uber se propuso ganarles a todos sus competidores. Su principal rival en Estados Unidos era Lyft, otra empresa de transporte similar, y Uber hizo todo lo posible para vencerla.
En eventos donde Lyft buscaba contratar conductores, Uber mandaba empleados a repartir tarjetas con bonos atractivos para convencer a los choferes de cambiarse. También usaron tecnología secreta como “Hell”, que les ayudaba a ver cuántos autos tenía Lyft disponibles y a contactar a los conductores que trabajaban con ambas plataformas para ofrecerles más dinero si se quedaban solo con Uber.
Pero eso no era todo. Uber incluso llamaba a inversionistas después de que Lyft se reunía con ellos para convencerlos de no invertir en su competencia. Este tipo de tácticas agresivas ayudaron a Uber a crecer más rápido que cualquier otra empresa de transporte, pero también la hizo ganarse muchos enemigos y empezar a ser vista como una compañía que cruzaba la línea de lo ético con tal de ganar.
Problemas con las leyes
Uber empezó a ofrecer su servicio en muchas ciudades sin pedir permiso. Los gobiernos locales comenzaron a quejarse y amenazaron con multas, clausuras e incluso cárcel para los directivos.
Sin embargo, Travis no se detuvo. Estaba convencido de que, si conseguían suficientes usuarios, los gobiernos no podrían hacer nada en su contra.
Uno de los programas más polémicos fue “Greyball“, un sistema secreto que identificaba a policías y autoridades para que no pudieran ver los autos disponibles en la aplicación. Cuando estos abrían la aplicación, no encontraban vehículos, aunque sí los hubiera.
De esta manera, Uber evitaba que los atraparan operando sin permisos. Además, la empresa gastaba mucho dinero en hacer lobby político, es decir, en convencer a funcionarios y políticos para que no los cerraran. Era una estrategia riesgosa, pero les permitió seguir operando durante varios años sin interrupciones.
Acoso dentro de la empresa
En 2017, una ingeniera de software llamada Susan Fowler publicó un blog contando que había sido acosada por su jefe en Uber. Lo más grave fue que, al reportarlo, el área de recursos humanos no hizo nada para ayudarla.
Esta historia se hizo viral, y pronto muchas otras mujeres que trabajaban en Uber comenzaron a contar experiencias similares.
Se descubrió que la cultura dentro de la empresa permitía el mal comportamiento y que había muchas situaciones injustas que se ignoraban o se escondían. Esto fue un gran escándalo, especialmente porque coincidió con el inicio del movimiento #MeToo, que denunciaba casos de acoso en muchas empresas del mundo. Gracias al valor de Susan, se destapó todo lo que pasaba dentro de Uber y la presión para hacer cambios se volvió muy fuerte.
Despiden a Travis
Todos los escándalos, desde los problemas legales hasta los casos de acoso, empezaron a afectar gravemente la reputación de Uber. La empresa quería salir a la bolsa, pero con tantos problemas era imposible.
Los inversionistas y el consejo directivo decidieron que era hora de un cambio. Aunque Travis había llevado a Uber a donde estaba, ya no era la persona adecuada para seguir al mando y lo retiraron de su puesto como CEO.
Aunque fue una decisión difícil, muchos la vieron como necesaria para salvar la empresa. Travis no estuvo de acuerdo y se resistió, pero al final se tuvo que ir. Este momento marcó el fin de una era dentro de Uber y el inicio de una nueva etapa más enfocada en la legalidad y el orden.
Llega Dara Khosrowshahi
Después de la salida de Travis, Uber contrató a Dara Khosrowshahi como su nuevo CEO. Él venía de Expedia, una empresa de viajes en línea, y tenía fama de ser un buen líder y de manejar las cosas con calma y profesionalismo. Su misión principal era limpiar la imagen de Uber y hacer que por fin comenzara a ganar dinero.
Dara tomó decisiones fuertes. Despidió a muchas personas, redujo los gastos excesivos, estableció reglas claras y se enfocó en cambiar la cultura de la empresa.
Quería que Uber fuera un lugar donde todos se sintieran respetados y seguros. Aunque no fue fácil, poco a poco la gente empezó a notar los cambios positivos y Uber empezó a recuperar la confianza del público.
Cambios importantes dentro de Uber
Con Dara al mando, Uber comenzó a operar de forma más ordenada. Se crearon equipos para asegurarse de que la empresa cumpliera con las leyes de cada ciudad y país.
Esto fue complicado, ya que, en lugares como México, cada estado tiene sus propias reglas. Aun así, Uber invirtió en auditorías, entrenamientos y nuevos procesos para adaptarse a cada lugar.
También mejoraron la forma en que se atendía a los empleados y conductores. Ahora había más comunicación, más respeto y un esfuerzo por construir un ambiente de trabajo justo.
Todo esto ayudó a que Uber pudiera prepararse para salir a la bolsa y mostrarse como una empresa confiable y responsable.
Uber hoy: ¿vale la pena?
En 2023, Uber logró algo que durante mucho tiempo parecía imposible: ganar dinero. Reportó ganancias por más de 3.7 mil millones de dólares. Después de muchos años con pérdidas, finalmente era rentable. Además, la empresa vale hoy en día más de 168 mil millones en la bolsa.
Uber ya no solo transporta personas. También entrega comida con Uber Eats, reparte paquetes y ofrece soluciones para negocios. Aunque todavía enfrenta retos, muchos piensan que tiene un gran futuro si sigue innovando y manteniéndose dentro de la legalidad.
La empresa ha demostrado que puede adaptarse y seguir creciendo sin repetir los errores del pasado.
Dos tipos de líderes necesarios
La historia de Uber muestra que se necesitan diferentes tipos de líderes en diferentes momentos. Travis fue el líder ideal para empezar algo nuevo, romper esquemas y hacer crecer la empresa rápidamente.
Sin embargo, su forma de liderar no era sostenible. Dara fue el líder que trajo calma, reglas y estabilidad. Fue quien convirtió a Uber en una empresa rentable y con buena reputación.
Ambos jugaron un papel importante. Sin Travis, Uber quizás nunca hubiera existido. Pero sin Dara, Uber tal vez no habría sobrevivido. Es una muestra de que los grandes proyectos necesitan personas diferentes para cada etapa de su desarrollo.
Uber nos deja una lección valiosa: no basta con tener ideas brillantes. También es necesario saber cómo aplicarlas de manera responsable. Hoy en día, los líderes no solo deben pensar en ganar dinero. También deben preocuparse por el bienestar de sus empleados, por seguir las leyes y por contribuir a una sociedad más justa.
Las empresas que logran combinar innovación con responsabilidad son las que más éxito tienen. Uber tuvo que aprender esto de manera difícil, pero al final logró transformarse. Su historia nos recuerda que el liderazgo no es solo tomar decisiones, sino hacerlo pensando en todos los que forman parte del camino.

10 lecciones que nos deja la historia de Uber
- Detecta oportunidades en industrias olvidadas
Uber nació al identificar los graves problemas del sistema tradicional de taxis. Las mejores ideas suelen surgir al observar sectores poco innovadores con alto nivel de frustración en los usuarios. - Escalar rápido puede ser una ventaja competitiva
El crecimiento acelerado de Uber le permitió posicionarse antes que los reguladores o competidores pudieran detenerlo. En ciertos contextos, la velocidad puede protegerte mejor que la legalidad formal. - El liderazgo influye directamente en la cultura de la empresa
La personalidad de Travis Kalanick moldeó una cultura corporativa intensa y agresiva. Lo que tolera o incentiva un CEO se convierte en práctica común dentro de la organización. - Ser disruptivo requiere asumir riesgos reales
Uber desafió leyes, reglas y normas sociales. Aunque eso impulsó su crecimiento, también generó grandes problemas. La disrupción debe ir acompañada de un análisis de los riesgos asumidos. - No subestimes el poder del cambio cultural interno
El giro liderado por Dara Khosrowshahi muestra que reformar una empresa desde dentro es posible. Crear un ambiente de trabajo sano puede ser clave para atraer talento, evitar escándalos y preparar una empresa para el largo plazo. - La ética empresarial no es negociable a largo plazo
Las prácticas cuestionables de Uber generaron beneficios inmediatos, pero dañaron su reputación y llevaron a una crisis. El comportamiento ético debe considerarse una inversión, no un obstáculo. - La transparencia interna fortalece la resiliencia corporativa
El caso de Susan Fowler revela cómo la falta de canales de denuncia efectivos puede destruir la confianza interna. Las empresas deben ofrecer espacios seguros para reportar abusos sin represalias. - Profesionaliza tu empresa cuando llega el momento
Lo que funciona en la fase de arranque no sirve para escalar. El paso de un liderazgo informal a uno estructurado y regulado fue clave para que Uber pudiera volverse rentable y salir a bolsa. - La rentabilidad no siempre es inmediata, pero debe ser una meta clara
Uber operó durante años con pérdidas millonarias. La visión a largo plazo fue importante, pero fue necesario cambiar el enfoque hacia la sostenibilidad financiera para asegurar su futuro. - Adapta tu estrategia a las reglas locales sin perder visión global
Cada ciudad y país tiene sus propias normativas. La capacidad de Uber para operar legalmente en lugares con marcos diferentes fue resultado de procesos de cumplimiento adaptativos sin abandonar su objetivo global.